GAZA

GAZA ANTES DEL 7 DE OCTUBRE 

Con una extensión de 360km2, la población de Gaza era de más de 2.300.000  personas (5.555 habitantes/km2). La mayor densidad del mundo. Una tercera parte de la población es refugiada del 48. 

En 2006 Hamas gana las elecciones libres en Gaza e Israel declara a la Franja  entidad enemiga. 

En 2007 Israel, secundado por varios países, entre ellos los de la Unión  Europea, impone el bloqueo total de la Franja, lo cual ha derivado en una  catástrofe humanitaria: 

  • Entre el 60% y el 77% de la población estaba desempleada. • 80% dependía de la ayuda alimentaria de la UNRWA (Agencia de Naciones  Unidas para los Refugiados Palestinos). 
  • 70% no disponía de agua potable. 
  • 48% sufría desnutrición, el 50% en el caso la infancia. 
  • 70% de ésta padecía anemia. 
  • 80% de la población eran menores 50 años. 50% de la población son  menores 15 años. 
  • El 88% vivía en la pobreza absoluta. 

El castigo colectivo está prohibido por el IV Convenio de Ginebra. El Informe de Naciones Unidas Gaza in 2020 alerta de que en ese año la franja  de Gaza será inhabitable, a finales de 2017, Naciones Unidas reconoció que se  había llegado ya a ese punto. 

DIECISIETE AÑOS DE BLOQUEO 

Tras más de dieciséis años de ilegal e inhumano bloqueo, la situación de la  Franja de Gaza antes del 7 de octubre de 2023 era de total emergencia  humanitaria. En 2012 un informe de Naciones Unidas alertaba de que Gaza 

sería inhabitable en año 2020 debido al bloqueo israelí, pero el bloqueo no hizo  más que empeorar. En diciembre de 2017 Naciones Unidas hubo de reconocer  que ese “punto de inhabilitalidad” de la Franja ya se había alcanzado. 

La infancia y los menores, que constituyen más de la mitad de la población de  Gaza, han sido víctimas del bloqueo, que les privó de su niñez; sus derechos a  la seguridad, educación y salud; y sus perspectivas para un futuro digno. 

Desde abril del 2017, la falta de combustible y la destrucción durante los  bombardeos del 2014 de la única central eléctrica de Gaza, provocaron una  grave crisis energética que, entre otras cosas, impedía el tratamiento de las  aguas residuales contaminando de esta forma el mar en Gaza y suponiendo un  grave riesgo sanitario para la población. 

La falta de energía llevó a una crisis sanitaria. A la falta de medicamentos y  equipamiento se sumó la decisión de Israel de no conceder más permisos de  salida a los pacientes terminales de Gaza para recibir tratamiento. Los miles de  heridos durante las jornadas de la Gran Marcha del Retorno, todos los viernes  desde el 30 de marzo de 2018, desbordaron los ya desbordados y  desabastecidos hospitales gazatíes. 

En 2018 la retirada de fondos a la UNRWA, Agencia de Naciones Unidas para  los Refugiados Palestinos por parte de la administración Trump, lo que suponía  una tercera parte del presupuesto anual de la Agencia; agravó aún más la  situación del bloqueo de Gaza, ya que casi el 80% de su población dependía de  esta ayuda para sobrevivir, para alimentarse, asistir a las escuelas y recibir  atención hospitalaria. 

Llegó 2020, año en el que se suponía inhabitable la Franja y el mundo siguió  mirando para otro lado…

La ocupación de Palestina y el bloqueo de Gaza sirven además a Israel para  encubrir el expolio de los recursos naturales palestinos como los acuíferos, la  pesca, las tierras de cultivo y el yacimiento de gas situado frente a la costa de  la franja. El bloqueo y la ocupación son además un gran negocio para Israel, al  dificultar e impedir una normal actividad económica en Palestina obliga a su  población a comprar bienes y servicios a quienes bloquea y ocupa. 

GAZA DESPUÉS DEL 7 DE OCTUBRE 

A día de hoy la situación en Gaza es catastrófica. 1,7 millones de personas  (más de 7 de cada 10 personas en la Franja) se encuentran actualmente  desplazadas. Las familias que ya fueron desplazadas varias veces están en  movimiento nuevamente debido a las operaciones militares y las órdenes de  evacuación israelíes. 

Según el Ministerio de Salud Palestino, al menos 37.124 personas han sido  asesinadas en Gaza desde el 7 de octubre, entre estos alrededor de 17.000  menores. Además, 84.712 han resultado heridas. Se calcula que más de  15.000 personas podrían seguir bajo los escombros.  

Según un artículo publicado por la revista médica The Lancet a comienzos de  julio 2024, estas cifras se quedarían muy cortas, estima “conservadoramente”  que el número de muertos en el genocidio de Gaza podría ser de 186.000  personas o más. Eso implica que el 8% de la población ha sido aniquilada. 

La destrucción de infraestructuras civiles en Gaza es casi total, escuelas,  universidades, mezquitas, iglesias, cementerios, fábricas, zonas de cultivo,  prácticamente todo ha sido destruido: 

La violencia ha dañado o destruido aproximadamente el 80% de todos los  hogares en Gaza. 

El 94% de las instalaciones sanitarias están destruidas o dañadas.

El 96% de las carreteras principales han sido dañadas o destruidas. En total, se calcula que hay 29 millones de toneladas de escombros que se  tardará años en limpiar. 

La hambruna provocada por Israel afecta a casi la totalidad de la población de  Gaza, siendo especialmente grave para 135.000 niños y niñas menores de 2  años. La situación se deteriora rápidamente en bebés lactantes, sobre todo los  que se encuentran desplazados. Miles de camiones con ayuda humanitaria  esperan en los pasos fronterizos desde hace meses, Israel impide su entrada  con alimentos, agua potable, medicamentos, etc. 

Desde octubre Israel está cometiendo crímenes de guerra contra la población  palestina, en especial con la de Gaza.  

Desde 1948 Israel viola los derechos de la población palestina a diario. La  ocupación de toda Palestina y el bloqueo de la Franja de Gaza durante décadas  han sido el preludio de este GENOCIDIO.